Stop no necesita muchas presentaciones. Abierto desde 1973, hemos visto crecer y hemos alimentado a varias generaciones de familias de Castalla y alrededores.
Testigo silencioso de los cambios sociales en nuestro pueblo, siempre intentamos mejorar y adaptarnos. Pero siempre, también, manteniendo un única filosofía de trabajo, basada en el respeto y la pasión por la gastronomía y nuestros clientes.
Un desayuno tranquilo, un aperitivo sabroso, una comida diferente o una cena informal. Experiencias inolvidables alrededor de una mesa.